El mundo de la moda es testigo constante de nuevos comienzos, pero algunos marcan historia. Este ha sido el caso de Micklate Macobola, quien hizo su estreno internacional en la Paris Fashion Week, donde ha desfilado para casas de renombre como Alaïa y Saint Laurent. Un hito que no solo celebra el talento individual, sino también el avance de toda una comunidad creativa que ha trabajado durante años para conquistar espacios globales.
Micklate es oficialmente la primera modelo mozambicana en presentarse en las pasarelas de París, y su impacto no ha pasado desapercibido. Fue reconocida por Models.com como una de las Top Newcomers de la temporada Otoño-Invierno 2025, una distinción que confirma su proyección internacional y talento natural.
Un logro que representa a muchos
Para Da Banda Model Management, agencia que lleva 15 años activa y 14 representando modelos de Mozambique, este momento representa un antes y un después. Ha sido un camino largo, con trabajo constante para abrir puertas hacia los grandes mercados internacionales. El éxito de Micklate no solo es motivo de orgullo, sino también una conmemoración colectiva por el talento africano —especialmente el de los países de lengua portuguesa (PALOP)— que tantas veces ha sido invisibilizado.
Este tipo de conquistas no surgen de la nada. Son el resultado de una visión sostenida en el tiempo. Desde su fundación, Da Banda ha apostado por visibilizar modelos de Angola, Cabo Verde y Mozambique, muchos de los cuales han sido destacados como nuevas promesas en las grandes capitales de la moda —París, Milán, Nueva York, Londres—.
Nombres como Amilna Estevão, Roberta Narciso, Maria Borges o Alécia Morais han formado parte de este legado. Todas ellas son ejemplos de cómo el talento africano —cuando tiene la oportunidad— brilla con fuerza propia.
Una generación que está cambiando la industria
La llegada de Micklate a París se suma a una ola de modelos africanas que están redefiniendo los cánones de la industria. Desde la cobertura de BET sobre los talentos afrodescendientes a seguir en Nueva York, hasta la representación creciente de modelos de raíces diversas en editoriales y campañas globales, hay una transformación en marcha.
Pero más allá del reconocimiento internacional, este momento invita a reflexionar sobre la importancia de las plataformas que impulsan estos talentos. Agencias como Da Banda no solo descubren modelos, también construyen puentes entre contextos culturales, idiomáticos y económicos.
Un paso firme hacia el futuro
Para quienes hemos acompañado este recorrido, ver a Micklate triunfar en París es mucho más que una victoria profesional. Es la validación de años de esfuerzo, de muchas historias de perseverancia y de una identidad que finalmente encuentra su lugar en las pasarelas más influyentes del mundo.
El camino de Micklate Macobola apenas comienza, pero ya es un símbolo de lo que puede lograrse cuando el talento se combina con visión, dedicación y una red de apoyo que cree en su gente.